¿Cuál es la importancia del aprendizaje autónomo en un mundo interconectado?
El establecimiento de un mundo interconectado surge a partir del cambio tecnológico originado en el desarrollo y expansión de la computación y las comunicaciones modernas. A partir de las facilidades que permite esta nueva plataforma, se reduce a la vez la distancia y el tamaño del mundo físico. Se puede interactuar con cualquier persona en cualquier lugar del planeta, solamente con el uso de redes sociales, sistemas de videollamada, correo electrónico o telefonía.
Esto exige a las personas adaptarse al cambio cultural derivado de la evolución en la sociedad y requiere de las personas un cambio en las habilidades requeridas para manejar la información e interactuar en la nueva dinámica impuesta por un mundo interconectado. El cambio de paradigma hace que ya no sea suficiente poseer mucha información, sino que valora la habilidad para usarla de manera eficiente y adecuada al contexto.
Se puede ver que el establecimiento de un nuevo paradigma hace surgir de manera natural ciertas necesidades y elimina relaciones de dependencia propuestas en el aprendizaje tradicional. Por ejemplo, mientras se reduce la dependencia de la relación tutor-estudiante en el esquema de aprendizaje, aumenta la necesidad de poseer habilidades con la manipulación del conocimiento. Es en este punto que un aprendizaje centrado en el individuo permite establecer de manera apropiada para cada individuo la ruta para lograr el conocimiento o destreza requerida, presuponiendo la existencia de un inicio conceptual para cada persona, que surge de sus conocimientos propios y experiencias adquiridas.
La importancia del aprendizaje autónomo en un mundo interconectado se evidencia en el modo de construir el conocimiento. No basta con adquirir las herramientas, usar la información, organizarla y renovar permanentemente el saber adquirido. Un pilar fundamental en el aprendizaje autónomo es la socialización del conocimiento, y si el proceso de aprendizaje se realiza de manera autónoma, se garantiza que la interacción propia de un mundo interconectado sirva como elemento para referenciar, regular, o validar el aprendizaje.